Un poquito de historia…
Este material debido a su elevado coste se utilizaba años atrás principalmente en el sector aeroespacial y militar. A medida que han pasado los años el coste de su fabricación ha ido disminuyendo debido a las mejoras técnicas en el proceso, convirtiéndose así la fibra de carbono en un material destinado a muchos sectores pese a que aún resulta caro comparado, por ejemplo, con el aluminio.
Qué es la fibra de carbono
Se trata de un material de origen natural, aunque en sí mismo no tiene utilidad. Para unir, entrelazar y endurecer la fibra de carbono se le debe añadir resina. Dicho proceso de mezcla origina un material que después, una vez finalizada su vida útil, resulta muy difícil separar y, por tanto, de reciclar.
El problema del reciclaje
Actualmente existen varios métodos de reciclaje, siendo tres métodos los más extendidos: el reciclado mecánico, el químico y los reciclados térmicos. En los tres casos se trata de métodos costosos y que al final no consiguen un reciclado óptimo para amortizar el coste.
Si bien es cierto que en los últimos años empiezan a emplearse técnicas de mezcla de los diferentes tipos de reciclado para mejorar el proceso, estas todavía están lejos de introducir completamente este material en la economía circular; es decir: fabricar, reciclar y reutilizar.
Para la salud
Además de ser un material de difícil reciclaje, es contaminante por el proceso químico de obtención ya mencionado. El mayor potencial negativo para la salud está en el proceso de manipulación de este material antes de que se convierta en el producto final. En el proceso de manipulación las partículas de fibra son tan pequeñas y volátiles que se incrustan en los poros de nuestra piel, causando irritación si entra en contacto con ella o problemas respiratorios si se inhalan sus partículas.
En tu día a día…
En cada uno de nosotros recae la responsabilidad de saber qué consumimos y sus posibles efectos, ya sean negativos o positivos. Desde nuestro punto de vista, este material es increíble en cuanto a relación peso-resistencia, pero a día de hoy aún queda mucho trabajo por delante para convertirlo en un material sostenible para el medio ambiente. Los materiales como el acero, aluminio o titanio son más pesados, pero ya llevan muchos años en el mercado y son mucho más fáciles de reciclar. Además, entre un material de aluminio de alta gama y uno de fibra de carbono de gama baja no hay gran diferencia de precio.
Está claro que la fibra de carbono ha llegado para quedarse y su producción será mucho mayor en el futuro, por lo tanto hay que tener en cuenta sus inconvenientes y hacer un uso responsable y seguro. Esperemos que en un futuro cercano exista un reciclaje del 100% de este material contribuyendo a la economía circular y sostenible medioambiental.
Para cualquier duda o sugerencia no dudes en contactar con nosotros. ¡Estaremos encantados de ayudarte!
Suscríbete a EkoZone
¡y recibe un 10% de descuento en tu primera compra!